De súbito, las palabras dejaron de salirle de la boca, indignadas por ser dichas con tanta ligereza, por ser opinadas sin saber y mezcladas constantemente con gratuitos términos en inglés o palabras vacías como
transversal o
sinergia.
El jefe se quedó sin poder articular ninguna de las chorradas con las que otrora llenaba horas y horas de reuniones.
12 comentarios:
... y el jefe ¿pq era tan gordo?
Suena a prototípico jefe¡¡
abrazos
saroide: Quizá era mejor el silencio que sus palabras...algunos no dicen más que tonterias y así es mejor callar...y es que las palabras también tienen su corazoncito...Besos y abrazos
Lo mejor de una reunión vacía de contenido es ponerla a la hora de salida.
PD: mi jefe no es de esos, el mío merece hablar.
Y los empleados llevan tres semanas celebrándolo!!!!!!!!!
Dilbertiano
Mi estimada Sara,
cuántos jefes -no todos- deberían quedar en ese estado.
Los empleados felíces forever.
Besitos y buen finde desde el Sur.
REM
_órdago: jajjajjajaaja, es que puestos a prototípico hasta he buscado la foto que mejor lo ilustra...
_Kimbertrancanut: claro, las palabras tienen DIGNIDAD, a veces más que los que las pronuncian :P
_Angelillo: eso de la hora es otro clásico.
_Buenas noticias: ¡y corrieron ríos de champán y lluvia de confetti!
_Möbius: qué bueno, Dilbert.
_Rembrandt: más de un jefe calladito nos daría un respiro. Más de uno :)
Jajajaja...¡me encanta! Me parecería un ejercicio supersano intentar hacer una reunión sin utilizar ni una palabra en inglés, en estos mundillos del marketing. Efectivamente, ¡algunos no sabrían articular palabra!
_Perla: what a relief!! jaajajaja
...Entonces el jefe empezó a rebuznar; al principio fue un rebuzno tímido, casi como un suspiro o una leve ronquera, pero poco a poco se hizo más grande y más prolongado, incapaz de articular sonido legible.
Finalmente los rebuznos también se avergonzaron de salir de su boca y se mantuvieron en silencio, escondidos en algún lugar de la garganta junto a las palabras.
Fue entonces cuando el jefe enmudeció para siempre.
El Jefe estaba contando chistes y todos los empleados se estaban riendo. Pero hay uno que no se rie a lo que el jefe le pregunta:
- Que pasa. Por que no te ríes?, ¿No te hacen gracia los chistes?
A lo que el empleado responde:
- Es que yo ya estoy fijo.
Lucrecia Borgia
_Señorita Puri: ¡gran final! No, si al final esto acaba bien :P
_Lucrecia: ea, "¡con dos cojones!" jajjaaa. Me ha molado.
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