jueves, 27 de agosto de 2009

Crack

Un crack lo cambió todo. Lidia se quedó doblada, totalmente agachada, por una repentina lesión de espalda.

La verdad es que, una vez hecha a la idea, no lo llevó mal. Y es que era una chica muy positiva. Adaptó su apartamento a su nueva altura, poniendo los cajones más bajos, y hasta se hizo una segunda planta para aprovechar mejor la distancia hasta el techo: ¡por fin tenía un auténtico duplex! Lo que peor llevaba era la relación con sus amigos. No es que sólo pudiera hablarles a la entrepierna -en los mejores casos al ombligo-, es que para colmo la usaban para apoyarse cuando no encontraban mesita en los bares. Desde allí abajo las conversaciones le resultaban difíciles de seguir y, muy a su pesar, Lidia acabó convirtiéndose en un ser solitario...

Y para encontrar novio también lo tuvo difícil. Hasta que conoció a Marcos, un chico muy, muy pequeño con el que encajó… en todos los sentidos. Desde el primer momento fueron inseparables: cuando se abrazaban, se acoplaban a la perfección, como dos piezas de Tetris (ella como la pieza con forma de ele y él como el cuadrito).

Mucho después, tras años y años de tan cercano y unido matrimonio, Lidia enviudó. Compró un espacio en el pequeño cementerio del pueblo y encargó dos ataúdes, con la forma de cada uno. Así, cuando a ella le llegara su momento, podrían juntarlos para descansar tan unidos como habían pasado la vida entera.

lunes, 17 de agosto de 2009

Perfección

Primero fue su nariz. Luego, los ojos. Y los labios. Y los pechos, el abdomen, todo lo demás. Cuando por fin operó el dedo meñique de su pie izquierdo, se empezó a aburrir de tanta perfección y empezó a cambiarse de nuevo, esta vez en sentido inverso.

lunes, 10 de agosto de 2009

Lunes

Los lunes son los días más odiados del año. Por eso acuden a terapias de autoayuda, donde se repiten a sí mismos cosas como: “Soy único y especial”, “Yo también soy bello”, “Yo tengo el poder de que los otros me vean de manera positiva”. Como no podía ser de otra manera, el curso lo imparten lunes profesionales, que han sido capaces de cambiar las cosas y convertirse en frescos y adorables lunes de vacaciones de verano.

domingo, 2 de agosto de 2009

Compra-venta

En aquella bella y exótica ciudad, todo se compraba, todo se vendía, todo tenía precio en bazares, mercadillos, en las calles, en cada esquina. Al principio, tal actividad mercantil le pareció fascinante a Joaquín, como a cualquier turista. Pero poco a poco, llegó a saturarle. El límite de su paciencia se rebasó cuando se sentó a descansar en un parque y, en cuestión de minutos, un niño se acercó a venderle su sonrisa y una paloma el batir de sus alas. “10 euros, y de ahí no bajo”, fue la última oferta de la codiciosa ave.